VIOLÓ Y APUÑALO 43 VECES CON UN DESTORNILLADOR A UNA COMPAÑERA

Durante la noche del lunes detuvieron a un adolescente de 18 años, Facundo Nicolás Britez, acusado de violar y apuñalar 43 veces con un destornillador a una compañera de la escuela en el barrio 131 Viviendas, en San Luis.

El acusado se cruzó con una vecina después de cometer el hecho y le dijo: “Vengo de matar a una amiga”. La víctima sobrevivió y lo denunció.

La policía encontró al adolescente en su habitación y lo esposó. La fiscal del caso, Virginia Palacios Gonella, imputará al jóven por “tentativa de femicidio”. La mujer atacada permanece internada, estable y bajo observación en el hospital Ramón Carrillo de la capital puntana.

La fiscal contó que “Su madre refirió que él tenía un retraso madurativo y que había sido diagnosticado por una psicopedagoga. Mostró un certificado que parecía haber sido impreso media hora antes. También que iba al psicólogo, pero no pudo decir el nombre y el lugar”.

“Vengo de matar a una amiga”

Una vecina contó a Reporte San Luis que tuvo un breve intercambio con Britez cuando éste escapaba del lugar del hecho. “Me lo encuentro al muchacho que sale de frente. Lo único que atiné a hacer es quedarme quieta. El muchacho también se frenó, me miró. Le pregunté: ‘¿qué pasó?’. Me dice: ‘nada, vengo de matar a una amiga’”, relató la testigo, tras lo cual remarcó que “no se veía alterado”.

Mientras Britez se alejaba corriendo, la mujer dijo que vio salir a la víctima, caminando despacio y apoyándose en la pared, lastimada pero consciente. Fue entonces cuando la chica le puso nombre y apellido a su agresor.

“No podía hacer otra cosa que llorar “

Palacios Gonella recordó que la Policía y la Justicia intervinieron luego de producido el ingreso de la víctima al área de urgencias del Hospital Carrillo, donde tomaron un primer contacto con la joven, quien “presentaba múltiples lesiones”, aunque los “médicos dijeron que, en principio, estaba estabilizada y lúcida, ubicada en tiempo y espacio, por lo que era posible tomarle una entrevista”.

“Nos contó que ella cursa el quinto año y que había quedado con un compañero en encontrarse en un lugar a tres cuadras de la escuela, y que en dicho lugar esta persona arremetió contra su integridad sexual, la abusó y le asestó 43 golpes con elementos punzo cortantes, y ella dijo que el agresor utilizó un destornillador”, indicó la fiscal, aunque los médicos creen que pudo haber sido utilizado “una llave Phillips”.

Estaba desfigurada y se visualizaban heridas en tórax y espalda, hematomas múltiples en el rostro, cortes múltiples en cráneo”, agregó sobre las lesiones, que también se detectaron en miembros superiores e inferiores. Las heridas fueron confirmadas por la médica forense Marcela Gómez, quien refirió que la mayoría son superficiales, pero que cuatro o cinco de ellas tuvieron mayor profundidad, aunque no comprometieron órganos vitales.

Según Palacios Gonella, la joven “no podía hacer otra cosa que llorar durante la entrevista, pedía una Virgen y los médicos le acercaron la imagen de una que había en el hospital”, a la vez que solicitaba “ayuda porque tenía mucho miedo”.

En el centro asistencial, personal de Criminalística secuestró la ropa de la joven “con sangre” con el objetivo de buscar algún fluido que no sea de ella para un cotejo de ADN.

La detención del sospechoso

A raíz de la declaración de la víctima y de por lo menos cuatro testigos presenciales, el juez Ariel Parrilli ordenó, horas después, el allanamiento de la casa del compañero de escuela de la joven atacada y su detención.

“Al principio no abrían la puerta. La situación se puso un poco tensa. Pensábamos que podía escapar, pero finalmente abrió el papá, se le leyó el oficio, se procedió a la detención, al secuestro de telefonía celular y, lo más trascendente, el hallazgo de prendas de vestir con manchas sangre y con signos de haber sido quemada, no en su totalidad”, relató Palacios Gonella.

Palacios Gonela explicó que el acusado, identificado como Facundo Nicolás Brítez, no presentó resistencia cuando fue detenido y que su madre aludió que el joven padecía “retraso madurativo”, lo que no pudo ser confirmado aún. “Creemos que fue una acción defensiva por parte de su madre, ya que no contaba con ningún certificado, y además al consultar a sus docentes de quinto año, manifestaron que desconocían ese dato y que su desempeño académico era muy bueno”, remarcó.

La funcionaria judicial manifestó que el acusado “estaba en óptimas condiciones”, “no presentaba agresiones externas” y que será sometido en las próximas horas a la audiencia de formulación de cargos por “tentativa de femicidio”, ya que consideró que “hubo una intención deliberada de extinguir la vida de esta mujer”.