El Gobierno, bajo la administración de Javier Milei, ha anunciado la desregulación de las tarifas de internet, telefonía y TV por cable a través del reciente Decreto 30/2024, publicado hoy en el Boletín Oficial.
Esta medida marca un cambio radical en la política económica, revocando el decreto anterior del ex Presidente Alberto Fernández, que había designado estos servicios como públicos para evitar aumentos exorbitantes.
El decreto oficial establece la “libertad de mercado” como piedra angular de su programa económico, otorgando a las compañías la potestad de fijar sus propias tarifas con el objetivo de fomentar la competencia en el sector. Esta acción implica una modificación significativa a la Ley Argentina Digital 27.078, como lo establece la comunicación emitida a través del Boletín Oficial, argumentando la necesidad urgente de liberar el mercado y permitir el desarrollo sin restricciones de estos servicios esenciales.
Sin embargo, esta medida ha generado una gran preocupación entre los millones de usuarios argentinos, especialmente en un contexto de crisis económica, donde enfrentarán los nuevos precios de servicios considerados indispensables como internet y la telefonía móvil. La reacción pública ante esta decisión no se ha hecho esperar, reflejando la incertidumbre y el malestar de una población ya afectada por dificultades salariales y laborales.
El Gobierno ha justificado esta acción como un medio para impulsar el dinamismo del sector de las telecomunicaciones y establecer un equilibrio competitivo sostenible. No obstante, la medida marca el fin de la política previa de Fernández, que había buscado proteger a los consumidores de aumentos desmedidos de precios a nivel nacional al declarar estos servicios como públicos.
En resumen, la desregulación de las tarifas de internet, telefonía y TV por cable en Argentina representa un giro significativo en la política económica del país, con implicaciones tanto para las empresas del sector como para los ciudadanos comunes. La incertidumbre sobre cómo afectará esta medida a la vida cotidiana y al bolsillo de los argentinos queda por verse en los próximos meses.