Así lo ordenaron desde la cartera de Trabajo bonaerense, a través del dictamen de conciliación obligatoria. La empresa se verá obligada a tomar nuevamente a los empleados despedidos.
Las cesantías fueron catalogadas como “inconstitucionales”, ya que sucedieron luego de que los trabajadores realizaran una medida de fuerza en reclamo de derechos laborales, por lo que los despidos atentan contra el derecho a huelga avalado por la Constitución.
“El 23 de diciembre realizamos una medida de acción gremial en las sucursales de Garbarino de Merlo, Morón, Laferrere después de ocho meses de tolerar incumplimiento salariales y laborales de todo tipo”, detalló en declaraciones a Radio Bunker Erica Salazar, delegada de los trabajadores.
Luego de eso, 23 empleados de dichas sucursales fueron notificados a través de un telegrama que justificaba las desvinculaciones “por abandonar su puesto de trabajo con un comportamiento ilegítimo y generar grave perjuicio económico a la empresa”. Se trata de 13 trabajadores de la sucursal Morón, 6 de Laferrere y 4 de la sucursal Merlo que realizaron una presentación acusando “persecución gremial”.
En el contexto de la conciliación obligatoria, tanto la empresa Garbarino como el Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio Zona Oeste (SEOCA) fueron exhortados a “mantener la mejor predisposición y apertura para negociar los temas sobre los cuales mantienen diferencias y contribuir, de esa manera, a la paz social y a mejorar el marco de las relaciones laborales en el seno de la empresa involucrada”.