Juan José Pagnotta, famoso por haber cometido varios homicidios con tan solo 23 años, tuvo un episodio en Merlo, donde por fortuna no pudo matar a su víctima. El fuerte prontuario del hombre que se ganó su apodo por su parecido al “Ángel de la Muerte”.
Su frialdad a la hora de matar, además de su corta edad, le valieron el apodo del recordado asesino en serie, Carlos Eduardo Robledo Puch, del cual hasta se hizo una película. Este asesino que se movía por la zona oeste tiene en su haber 3 homicidios a sangre fría con tan solo 23 años de edad. Todos los hechos fueron en la zona de Ituzaingó.
Pero Pagnotta también estuvo en Merlo, y tuvo un intento fallido de asesinato. El hecho ocurrió el 13 de febrero de 2004 en la zona de Libertad. Allí Pagnotta asaltó a bordo de una moto a Graciela Lozano, de 46 años, y su hija Mariela Ishikawa, de 20. Las mujeres se resistieron al robo, por lo que “el asesino del oeste” le disparó a Graciela, acto seguido les robó todas sus pertenencias y escapó pensando que la había asesinado.
Graciela fue hospitalizada y se recuperó de manera satisfactoria, y hoy puede contar el suceso y no pasar a formar parte de la lista negra del “Robledo Puch del Siglo XXI”.
El prontuario de Juan José Pagnotta y la banda que lideraba (Llamada “Los Juancitos”) tiene las siguientes víctimas:
El 9 de abril de 2003 en Ituzaingó, el jubilado Eduardo Angiono, de 67 años, fue a la casa de su hija para buscar a su nieto y llevarlo a la escuela. El hombre fue interceptado por una banda de delincuentes, liderada por Pagnotta, quien le apuntó con un arma de fuego en la cabeza y lo obligó a bajar del automóvil. Una vez fuera del rodado, Angiono recibió un balazo en los pies y luego uno en el estómago que le provocó la muerte, mientras los ladrones se llevaron el vehículo.
El 1 de mayo del mismo año asesinó a Mario Medina, de 43 años, en una canchita de fútbol del barrio San Alberto de Ituzaingó, donde la víctima celebraba su cumpleaños. De acuerdo al relato de testigos, Medina discutió con un joven durante el partido y este fue a buscar a Pagnotta, con quien regresó para atacar a tiros al operario.
El 8 de abril de 2004, durante el inicio de Semana Santa, este criminal cometió el homicidio más resonante y por el cual terminó arrestado: la víctima fue el comerciante Daniel Bogani, de 53 años. La hija de Bogani, Daniela, salió rumbo a Córdoba con su novio y una pareja amiga, pero como el auto tuvo un desperfecto, pararon en una gomería de Ituzaingó.
Pagnotta apareció con una moto, secuestró a la chica y la obligó a regresar a su casa. Al arribar a la vivienda, este homicida saltó la reja de la casa y la obligó a la joven a llamar a su padre mientras la tenía tomada del cuello con un cuchillo. Cuando Bogani salió, Pagnotta le pidió dinero para entregarle a la joven, pero cuando el comerciante intentó defender a su hija, el ladrón le disparó y lo mató, tras lo cual hirió a la chica.