EL DÍA MUNDIAL DE LA POBLACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Como todos los años, el 11 de julio se celebra el Día Mundial de la Población, proclamado en 1989. Cuando la Tierra superaba los cinco mil millones de habitantes. Este año, las temáticas conmemorativas se centrarán en torno a la situación sanitaria que está viviendo el mundo.

El objetivo de dicha celebración es crear conciencia en relación a todas las problemáticas que en la actualidad afectan a la población del mundo, sobre todo en asuntos relacionados con el crecimiento y desarrollo de los pueblos a nivel planetario.

Cada año, se organizan actividades para conmemorar este día, siempre con un lema que aborda distintas temáticas con el fin de resolver algunos problemas de la población y el desarrollo en todo el mundo.

En 2020 la celebración mundial por la Población se ha centrado en los problemas añadidos que causa la pandemia de COVID-19 y la crisis desencadenada a consecuencia de la misma. Las mujeres son el sector de la sociedad más vulnerable en esta situación de confinamiento por una serie de motivos:

-Hay muchas más mujeres en el sector de la salud, sobre todo en enfermería y son las que están soportando el peso del trabajo en primera línea de combate en los hospitales y en los centros de salud.

-La mujer está soportando en muchos casos el cuidado de los hijos y las personas mayores, mientras duran los confinamientos. Muchas de ellas han dejado de trabajar o han tenido que reducir la jornada laboral. O bien compatibilizan el trabajo con el cuidado de los hijos, restándose horas de sueño y descanso.

-En los países de ingresos medios o bajos, las mujeres no tienen acceso a métodos anticonceptivos, dificultando así la planificación familiar.

-Se dan más casos de violencia de género contra las mujeres.

-Se relaja la vigilancia internacional en multitud de temas como la mutilación genital y los matrimonios infantiles

 

Por lo tanto, este año el esfuerzo se centra en no bajar la guardia sobre los problemas que enfrenta la población sobre todo en los países pobres, como la alta natalidad o falta de planificación familiar, matrimonios infantiles, mutilación genital femenina y violencia contra las mujeres.