La decisión de la justicia ratificó que el hecho se trató de un homicidio simple con tres agravantes. La familia de la víctima no conforme con la decisión apelará el fallo y pedirá perpetua para los tres asesinos.
En un veredicto que ha generado diversas reacciones, los tres hermanos Galván fueron condenados a 15 años de prisión por el brutal asesinato a golpes del albañil Hugo Daniel Villalba Peralta, de 29 años. El crimen, ocurrido el 7 de febrero de 2021, tuvo lugar en la calle Carrasco al 1500 del barrio La Teja de Pontevedra, en Merlo.
Según indicó el Tribunal Oral Criminal Nº 2 de Morón, compuesto por los jueces Osvaldo Cedarri, Humberto González y Claudio Chaminade, la pena que cae en el caso es de un homicidio simple con tres agravantes.
Dentro de estos agravantes se incluyó: el haber actuado durante la nocturnidad, la extensión del daño causado y el aprovechamiento del estado de indefensión de la víctima. Por otro lado, la autopsia reveló que Villalba Peralta falleció tras ser sometido a una brutal golpiza que le causó múltiples traumatismos en el cráneo, hundimiento de nariz y pérdida de masa encefálica.
DESCONTENTO DE LA FAMILIA Y DISCULPAS DE LOS ASESINOS
A pesar de la condena impuesta, la familia de la víctima expresó su descontento y anunció su intención de apelar el fallo, ya que habían solicitado la pena máxima de prisión perpetua para los responsables del crimen.
La madre de Hugo Villalba Peralta, Marina Peralta Núñez, manifestó su frustración ante la sentencia, afirmando: “Yo no quedé conforme con la condena. Para mí se merecían perpetua. Sé que a mi hijo no lo voy a recuperar, pero fui mamá y papá de él y voy a luchar hasta el final para que paguen por lo que hicieron”.
Durante el juicio, los hermanos Galván expresaron brevemente su arrepentimiento, afirmando que “no era la intención matarlo”, pero no ofrecieron mayores detalles sobre los motivos que llevaron al fatal desenlace.
Los acusados permanecieron prófugos durante 16 meses hasta que fueron capturados el 6 de junio de 2022 en una vivienda de la localidad de Caseros, en Tres de Febrero, donde se habían refugiado. La detención se llevó a cabo tras una investigación liderada por el fiscal Matías Rappazzo de la UFI Nº 7 de Morón, junto al personal de la DDI de ese distrito.