Una adolescente de 13 años denunció ser raptada por un vecino, que también intentó abusar de ella en un descampado.
Suceso dramático ocurrió en Pontevedra. Una adolescente de 13 años denunció ser raptada por un vecino, que intentó abusar de ella en un descampado. Según los testimonios recuperados hasta el momento, ella fue engañada a la casa de su vecino para entregarle un dinero que le adeudaba a su hermano
El hecho habría tenido lugar el pasado viernes por la noche, cuando la chica se presentó en la casa del imputado, Matías E., de 25 años. En ese momento, el masculino se toca los bolsillos y dijo que se le había caído la plata en el camino y le preguntó si lo podía ayudar a buscarlo. Al decirle que sí, caminaron seis cuadras, mirando al piso, en busca de dicho dinero.
Fue en ese momento cuando el atacante la abrazó y, ante la reacción negativa de la chica, él comenzó a ejercer fuerza ante la víctima. Tuvo la intención de ingresarla a un descampado, pero ella se resistió. “Él la golpeó y hasta le metió la cabeza en un charco de agua. Ella le mordió la mano y logró soltarse. Cuando él quiso volver a agarrarla, mi hija se fue sacando la ropa para evitar que la alcance”, sostuvo la mamá de la víctima.
Ante esto, el imputado se presentó en la Comisaría 5ta de Pontevedra, para ponerse a disposición de la Justicia. Estuvo aprehendido durante 24 horas y la acusación formal que pesa sobre él es el de rapto de un menor. Por el momento, no presentó declaración ante el fiscal Monti.
Asimismo, el acusado se encuentra en libertad porque es un delito, a priori, excarcelable. Sin embargo, pesa sobre él una perimetral de 150 metros, donde no se puede acercar hacia la menor y el hermano. Además, se espera que la víctima declare en Cámara Gesell para que profesiones escuchen su testimonio sobre lo vivido. Según lo que determinen, es posible que cambie la carátula del hecho.
Sin embargo, los vecinos, en pleno reclamo de justicia, le prendieron fuego la vivienda del acusado, donde había menores en el lugar. Todos lograron escapar por una de las ventanas y debieron ser trasladados al hospital de Pontevedra.