La segunda ola de contagios de Covid-19 sigue golpeando fuerte en Argentina, sobre todo en esta época donde se aproxima el invierno. La situación en los nosocomios es muy complicada, muchos al borde o en colapso. Para hablar de esto, Héctor Ortiz, prensa del Hospital Durand, fue entrevistado en “El Tanke de Búnker”.
“La segunda ola no tiene absolutamente nada que ver con la primera. Lo que estamos viviendo, nunca lo he visto en 37 años de hospital”, dijo.
Ortiz, describió el escenario que ve en los centros de salud: “Las guardias están abarrotadas, con pacientes Covid, se mezclan los pacientes, las terapias trabajando así. Nunca se vio 47 pacientes, todos con respirador, en coma farmacológico. La verdad, el trabajo que hay en las terapias es enorme, nuestras enfermeras están agotadas. Estamos pidiendo que les autoricen el almuerzo, ya que logramos la cena, no sé porque no le dan el almuerzo el gobierno de la ciudad. Hemos tenido días en que han rebotado pacientes, porque no había lugar”.
A pesar de las nuevas restricciones, el DNU vence en dos días, continuó la circulación de las personas no esenciales y hubo manifestaciones: “Veo que los negocios siguen funcionando, la gente está caminando, que si bien hay una reducción de autos, pero se ve. No es un aislamiento estricto”.
“En el Hospital Pedro Elizande, trabajo ahí hace 35 años, se contagiaron ocho de diez camilleros. Quieren abrir un sumario para saber cómo se contagiaron. El lugar de descanso de ellos es una cueva, sin ventanas, sin ventilación, así como en la sala que estoy yo, sin ventilación. En vez de preocuparse de esas cosas, le buscan detalles al trabajador. Es vergonzoso. Desde diciembre del año pasado no se testea al personal. Denunciamos que, cómo vamos a solucionar, si no sabemos donde estamos”, señaló en cuanto a la situación del personal.
“Lo que decimos, más allá de que nos faltan trabajadores, vemos la angustia de los que no pueden conseguir camas en terapia. De nuestros propios compañeros, algunos han fallecido esperando una cama en terapia. Tenemos un lugar con capacidad de diez camas, tiene aspiración, aire, oxígeno central. Eso se puede habilitar con respiradores, camas y el recurso humano, para descomprimir la otra área de terapia. Pero evidentemente, al gobierno de la ciudad no le interesa invertir, y así estamos esperando”, enfatizó.
“Quirós no desconoce esto, yo me he sentado a hablar con él. Es un tipo cordial, amable, que escucha y toma nota, pero a mí no me sirve eso, porque no resolves. Sentarme otra vez con él y que no resuelva lo que estamos padeciendo, no me sirve. Lo único que nos resolvió, es la cena de las enfermeras en la terapia intensiva. Cuando le pedimos el almuerzo, se ve que eso no existe para los trabajadores, todavía no me contesta”, indicó.
Para concluir, contó que medidas de fuerza se tomaron: “Para no congregar demasiada gente, respetando las restricciones, hacemos vídeo conferencias en otros hospitales para denunciar lo que está pasando, caravanas en la puerta, con algunos referentes. Es nuestra estrategia hoy, no queremos contagiar y lo hacemos con poca gente”.