La Selección Argentina de básquet femenino alcanzó un logro histórico al consagrarse campeona del Sudamericano Femenino por tercera vez, tras vencer a Brasil por 84-76 en la final del sábado pasado. En esa jornada inolvidable, una destacada oriunda del Oeste, Florencia Chagas, se convirtió en la MVP (jugadora más valiosa) del torneo, consolidando su lugar como una de las grandes figuras del básquet nacional.
Chagas, de 23 años, tuvo un rendimiento sobresaliente en el torneo, promediando 16,1 puntos, 2,3 rebotes, 2,3 asistencias y 1,8 robos a lo largo de seis partidos. Su gran capacidad para los triples, con un 41% de acierto, y su inteligencia para tomar decisiones en ataque la posicionaron como el factor de desequilibrio para Argentina, especialmente en la semifinal contra Venezuela, donde anotó 28 puntos.
Los Inicios de Chagas en el Oeste
Florencia Chagas, quien comenzó a jugar al básquet en San Antonio de Padua, siempre mostró una gran pasión y dedicación al deporte. A los 12 años, se enfrentaba a varones en el club CASA, en Merlo, gracias al apoyo de su padre, quien insistió en que la dejaran jugar pese a que no existía una rama femenina. Esa experiencia la ayudó a desarrollarse con intensidad y competitividad desde muy joven.
Además de CASA, Chagas se entrenaba con chicas de su edad en el Club Atlético Vélez Sarsfield y, posteriormente, vistió las camisetas del Club Social y Deportivo Los Unitarios de Marcos Paz y el Club Recreativo Los Indios de Moreno, uno de los mejores clubes de básquet femenino en Buenos Aires.
El recorrido de Chagas, desde sus inicios en el Oeste hasta su consagración como MVP del Sudamericano, es un ejemplo de esfuerzo y talento. Con tan solo 23 años, la guardia argentina continúa haciendo historia y llevando el orgullo de su región al más alto nivel del básquet internacional.