Antonella Delmonte hizo su descargo ante la justicia, donde está acusada de saltarse la fila de la vacunación contra el Covid-19. Justificó su vacunación al trabajar en un centro de estética.
La modelo oriunda de Merlo, Antonella Delmonte, de 24 años denunciada por recibir la vacuna Sputnik irregularmente, se presentó ante al juez federal N°2 de Morón, Jorge Rodríguez, y acusó a los medios de comunicación de misóginos y justificó su vacunación al trabajar en un centro de estética.
Delmonte fue inmunizada el 9 de abril en Merlo y había presentado una declaración ante el Juzgado Federal Nº2. Este miércoles por la mañana se presentó ante el juez, Jorge Rodríguez, y ratificó esa declaración espontánea que había enviado por escrito algunos días antes.
La joven acusó a los medios de comunicación de misóginos por el tratamiento que se le dio a la noticia y justificó su vacunación al asegurar que trabajaba como recepcionista en un centro de estética y que fue su empleadora la que la instó a que se vacune.
En el escrito la modelo afirmaba: “Hasta el momento en el que se sucedieron los hechos, me encontraba prestando tareas como recepcionista en el consultorio médico de la doctora G.B. Guiándome por lo referido en los medios de comunicación, entiendo que se me acusa de haber ‘saltado la fila’ aduciendo datos falsos, tales como ocupación y domicilio. Sin perjuicio de diversos comentarios misóginos que se fueron realizando en los medios sobre supuestas relaciones con la política”, aseguró.
El descargo continuó así:“Al desempeñarme en un consultorio médico, la titular me indicó que debía de inscribirme en la aplicación correspondiente a la vacunación de acuerdo a mi domicilio (Merlo). Ingresé en la app, cargué mis datos, como así también se me indicó que debería de llevar al momento de que se realice la vacunación la documentación que avalen mis dichos”, y completó: “La documentación le es requerida al personal de salud que solicite aplicarse la vacuna, siendo que en mi caso particular, al trabajar en un consultorio médico (según me informó mi empleadora) era el del Personal de Salud NO UCI”.
Luego contó como fue el momento de la vacunación: “Una vez que se me asignó el turno, concurrí munida de mi contrato de trabajo y con las conversaciones telefónicas mantenidas con mi empleadora. Esto incluía un certificado médico indicando la necesidad de realizar la vacunación. Luego de finalizada la vacunación, se me brindó comprobante de haber cumplido y se me sugirió tenerlo como respaldo material para la aplicación de la segunda dosis”.
Al finalizar su declaración, Antonella, insinúo que incluso podría iniciar acciones legales por “la situación que padecí con motivo de las falsas noticias” aunque no aclara contra quién sería. Puntualmente señala que la difusión mediática “puede ser claramente un hecho a investigar debido a que se alteró el orden público de una forma sin precedentes”.