Juan Eduardo Samorano, un oriundo de Merlo que actualmente reside en Ituzaingó, volvió a subirse al podio en los Juegos Paralímpicos, esta vez en París 2024, al igual que en Tokio 2020. El taekwondista, de 42 años, logró una emocionante victoria en la categoría K44 de hasta 70 kilos, asegurando la medalla de bronce tras un combate infartante contra el uzbeko Javokhir Alikulov, a quien derrotó por 6-5 en los últimos segundos del enfrentamiento.
El camino de Samorano en estos Juegos fue arduo. Superó los octavos de final con un triunfo de 14-10 sobre el tailandés Tanapan Sotthiset, aunque cayó en cuartos de final ante el japonés Shunsuke Kudo por 2-4. Sin embargo, su determinación lo llevó al repechaje, donde venció al georgiano Giorgi Nikoladze por 15-3, antes de enfrentarse y vencer a Alikulov en la pelea por el bronce.
Tras la victoria, Samorano expresó su alegría y satisfacción: “Es mucha la emoción. Estoy súper contento por el esfuerzo y este nuevo logro. Por suerte hice una muy buena preparación junto a mi entrenador Gabriel Taraburelli, primero en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) y después en México, y acá están los resultados”.
UNA CARRERA LLENA DE LOGROS PARA EL REPRESENTANTE DEL OESTE
Samorano ha construido una carrera impresionante en el taekwondo adaptado. Antes de este bronce en París 2024, venía de ganar el oro en los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023 y otros dos bronces: uno en Tokio 2020 y otro en Lima 2019, este último con tan solo un año de experiencia en la selección nacional.
El camino de Samorano hacia el deporte no fue fácil. Después de un terrible accidente que lo obligó a amputarse su brazo derecho, encontró en el taekwondo una forma de terapia y una nueva motivación para seguir adelante.
Antes de dedicarse al deporte, trabajaba como albañil, jardinero y delivery, entre otros oficios en la vía pública. Su historia es un testimonio de superación y resiliencia, y su éxito en París 2024 es un reflejo del esfuerzo y dedicación que ha puesto en su carrera deportiva.
Con este nuevo logro, Juan Eduardo Samorano continúa demostrando que los sueños se pueden alcanzar con esfuerzo y determinación, llevándose el orgullo de Merlo y el Oeste argentino al escenario internacional.