Conrado Laigle, director de la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP) y consultor en desarrollo sustentable, quien hace 15 años escribió sobre la unidad de los argentinos, dialogó con Radio Búnker acerca de la actualidad política de la Argentina y del concepto actual de “grieta”.
¿Qué es la ACEP y por qué usted escribió hace varios años ese texto de la unidad?
Asociación civil de estudios popular es una organización política de transformación que basa sus acciones en los principios y valores de humanismo cristiano, fundamentalmente impulsamos los derechos y garantías que consagra la Constitución Nacional, porque creemos que respetando las leyes el país tendría que funcionar muy bien. Es una organización federal, estamos en más de 20 provincias y una de sus actividades centrales es la formación política. Creemos que los partidos políticos han abandonado una de sus funciones principales que es formar dirigentes y nosotros hace más de 20 años que venimos haciendo eso.
¿Cómo surgió este texto que en 2005 adelantó la explicación de la actual grieta?
Yo en esa época dirigía una revista que se dedicaba a hacer crónicas parlamentarias, y yo veía eso que hoy no solamente existe sino que se ha exacerbado: el divorcio que hay entre la dirigencia y el pueblo. La política debería ser primero una vocación de servicio, y segundo, una herramienta de solución de los problemas de la ciudadanía, cuando en realidad uno ve que se ha transformado en una carrera para que algunos personajes se enriquezcan. Qué lejos estamos de los valores de la política, porque la política ha sufrido un descrédito al punto tal que cuando alguien te pregunta a qué te dedicas, en seguida salta la palabra “corrupto”. Y eso es responsabilidad de quienes ejercen la política, y quienes la ejercen no tienen en claro para qué es, para qué sirve la política.
En Argentina habría que hacer un buen análisis y ver cuáles son las leyes que quedaron obsoletas. Nos sobran leyes, el problema es el cumplimiento; el problema del país es ético y moral. La crisis moral de la sociedad es fuerte. Yo no creo en la represión, en la enseñanza con el castigo, yo creo con el ejemplo, y cuando los que deberían dar el ejemplo hacen lo contrario.
¿Avisora una salida? En la pandemia no hubo gestos de los políticos, por ejemplo, en lo que respecta a bajarse los sueldos.
El divorcio entre la política y las necesidades populares es cada vez más grande y es parte de la grieta, pero voy a hacer una distinción Espero que no caigamos en esto de generalizar a “los políticos”, no todos son iguales, la gran mayoría silenciosa trabaja y tiene esta vocación de servicio, lo que pasa es que es muy difícil trabajar siendo honesto y decente y teniendo visión de futuro. De esto se sale con educación y trabajo, hay países como Uruguay, Chile, que desde el punto de vista político está muchísimo más ordenado y donde no existe el cuestionamiento que existe en Argentina. Uruguayos y chilenos son enormemente parecidos a los argentinos, ¿por qué nosotros no podemos? Porque uno de los problemas básicos que tenemos es el nivel de desorden y de individualismo que hay. Son dos grandes bandas que se dedican a matarse los unos a los otros. ¿Por qué nos cuesta tanto ponernos de acuerdo en cuatro o cinco puntos sustanciales? Y que gane quien gane esas políticas tienen que ser llevadas adelante; un compromiso social.
Mi propuesta hace 17 años es esa, es simple. ¿No existe una cantidad mínima de temas en los que podamos ponernos de acuerdo?
En cuanto a la educación, que es un tema central para la sociedad, ha reaparecido ahora por una puja política en torno a la pandemia, pero no ha estado a lo largo de los años en el tapete como un tema central en la política.
En realidad ahora con la pandemia tampoco se está hablando de educación; en ningún momento nadie habla de la calidad de la educación. Por ejemplo, en cuanto al impuesto a la riqueza que mencionamos anteriormente, yo les diría a los señores que se oponen que se vayan a vivir a Finlandia o a Suecia y van a ver lo que se paga de impuestos, porque allí se pagan impuestos progresivos: paga el que más tiene, como debe ser. Nadie te impide que vos seas rico, pero cuanto más tenés, más pagas, y eso no significa “yo mantengo vagos”, eso es para ayudar a quienes han tenido menos oportunidades, porque se trata de la igualdad de oportunidades. No debería haber un solo argentino que nazca pobre, es escandaloso el nivel de pobreza que existe. Con la pandemia los chicos estudian en modalidad virtual, ¿y cuál es la conectividad que tienen los chicos pobres? Algo elemental. La mayoría de los chicos pobres no tienen acceso a internet.
La gente se está yendo, nunca me imaginé un país donde la gente se fuera, y tenemos todo para salir adelante, es indignante. ¿Cómo puede ser que haya un 50% de la población que tenga problemas económicos?
En cuanto a los dirigentes, considero que un dirigente que acepta un cargo para el cual no tiene las condiciones necesarias, ese es su primer acto de corrupción.