NESTOR ORTIGOZA: EL ORGULLO MERLENSE LE DICE ADIÓS AL FÚTBOL PROFESIONAL

“Con mi vieja salíamos de Merlo en tren hasta Liniers y ahí el colectivo hasta La Paternal. Es hora de dar un paso al costado y decir gracias. Gracias por los momentos vividos; a mi familia que me apoyó desde el minuto cero”, fueron las palabras de Nestor Ortigoza una vez finalizado su duelo ante Sarmiento de Junín y sellando así su ocaso en el deporte que ama. 

El hombre que dejó en primera a San Lorenzo y, de la misma manera, puso en sus manos la Copa Libertadores con el manto azulgrana, le dice adiós a una carrera futbolística iniciada en 2004. Argentinos Juniors, San Lorenzo, Olimpia, Rosario Central y Estudiantes de Río Cuarto, son algunos de los escudos que defendió a capa y espada. Claro está, el “hilo rojo” ( y azul) lo une eternamente al equipo de Boedo. 

 Con 38 años, el nacido en Padua y criado en “Loma Grande” las pasó todas: ascenso, primera, torneos internacionales y hasta… ¡UN MUNDIAL!. “Yo tengo la suerte de tener a mis dos viejos y verlos así, en el final de mi carrera…”, dijo Ortigoza en ESPN y se quebró en llanto de la emoción. “Desde ayer no paro de llorar”, contó.

anotó 25 goles en San Lorenzo y es el undécimo que más veces convirtió. Un tanto contra el equipo marplatense lo llevaría a superar al Pocho Lavezzi y Adrián González e ingresar al Top 10.

El próximo sábado ante Aldosivi será su partido número 243 con la camiseta azulgrana. Superará los 237 de toda una leyenda como el Beto Acosta y quedará como el cuarto con más presencias detrás del Pipi Romagnoli (342), Jonathan Botinelli (265) y Sebastián Torrico (245).

Guayaquil 23 de marzo del 2016 (Andes).-Néstor Ortigoza y Miguel Samudio, jugadores de la selección paraguaya de fútbol, durante la rueda de prensa que ofrecieron en Guayaquil. Foto:Andes/César Muñoz

Será una jornada emocionante, triste pero a la vez feliz, histórica y recordada por mucho tiempo. De Merlo al mundo, Ortigoza demostró compromiso por sus sueños y dedicación en cada pelota filtrada que expresó con su pincel favorito, su pie derecho.